jueves, 26 de enero de 2012

Quiero transportarme a un lugar donde nunca duele nada

pero sólo lo consigo a ratos, luego el dolor vuelve.
Imagino que no me queda más, al menos por ahora... que seguir luchando en el mundo dónde me ha tocado vivir.
Desde octubre, no me había quejado de nada, al menos por aquí.
El blog se había dedicado a dar buenas noticias (entrevista en la Ser, cumpleaños EQUIPO C, a felicitar la navidad de distintas maneras...)
pero cuando piensas que lo tienes olvidado, que mas o menos vas haciéndo tu vida con el puto crohn a tu lado, zas zassssss (sonido mazazo), vuelve a recordarte que vive contigo.

Desde hace 3 o 4 días mi zona perianal me duele de nuevo.
Sí, esa zona de tanto quirófano, de tanto sedal, de tanto drenaje y de tanta ilusión con el implante de células madre al que me sometí en dos ocasiones.
Pero ayer, ya no sólo era ese peculiar dolor que te limita un poquito de rato al día.

Ayer fué, decidir.
Sopesar que si ibas al hospi te dejarían con antibiótico en vena a ver si eso drenaba espontaneamente, o igual si te pillaba un cirujano con ganas de intervenir, te drenaban a la de ya!
Pero tambien estaba la opción ir al armario de medicamentos, buscar flagyl, buscar cipro, y empezar a meterme dosis trás dosis... a ver si hay suerte y sin mas, desaparece.

Pero después de una mala noche, de despertarte del dolor y oirte decir a tí misma: ays ays ayssssss
aún duele.
Y has llevado a los enanos al cole en coche flipando al apoyar las posaderas en el asiento.
Y sí, ahora estás aquí, sentanda contando esto.

Pero es que, hacerlo... no me calma el dolor de culo.
Pero desahoga, y además mucho.

Y soltado queda.
Hacía mucho que no decía que estaba harta y que creía que no podía mas.
Será porque en el fondo sé, que pase lo que pase, PUEDO!

Que aunque la E.I.I. se empeñe en jodernos la vida de una manera o de otra, PUEDO.
Y que se alivie con el antibiótico o tenga que pasar de nuevo por quirófano, por curas y demás,
superaré este malestar que siento ahora mismo por dentro.

Y que quizás, algún día... cuando menos lo espere o esperemos, logremos aparecer en ese lugar dónde nunca duele nada.

Ojalá.